sábado, 29 de noviembre de 2014

La Serena

Esta ha sido nuestra compañera de viajes durante los últimos 4 años.

Nos ha hecho muy felices poder vivir el sueño de poder viejar sin preocuparse por dónde dormir, decidirlo al caer el sol, en mitad de la plaza del pueblo, junto a una casa que parece que daría sombra por la mañana, en una calle tranquila...





1 comentario:

Unknown dijo...

¡No nos ha abandonado! La Serena sigue con nosotros. Un año después, justo de nuevo el primer día de nuestras vacaciones y en el mismo sitio en que el año pasado de jo de andar...

Voy con el coche atravesando el túnel de Costa Rica cuando veo frente a mí una preciosa Nissan Serena granate con los cristales tintados, como la nuestra. Con una pegatina de bebeabordo, como la nuestra, un Indalo abajo a la izquierda, como la nuestra,y un caballito símbolo de Soria abajo a la derecha, como la nuestra...

No puede ser.. y sin embargo... ¡Así es!

¡Resucitó!¡ Ha vuelto entre nosotros!

Alcanzo a colocarme a la derecha y ver quien ocupa los asientos delanteros. Una madre y su hija. ¡Qué ilusión! ¡¡¡La serena está viva!!! ¡¡¡Está viva!!! Lo grito emocionada. Saltaría de no estar conduciendo y atada por el cinturón de seguridad... Un taxista me mira extrañado y e doy cuenta que he gritado con la ventanilla bajada: ¡¡¡Está viva!!!

Llegó a recoger a mi chico en su trabajo porque nos vamos de vacaciones. Cuando se sube, me mira extrañado porque aún sigo totalmente emocionada. Ya me ha dado tiempo a caer en la cuenta de que un coche no puede salir del desguace porque sería ilegal... Por eso no reconocía la matrícula. La Serena simplemente cedió su tuneado portón trasero para que otra serenilla pudiera circular con él. A lo mejor el que tenía sufrió un golpe por detrás, estaba abollado y no abría o no cerraba... El caso es que nuestra valiente Serena ha donado parte de sus órganos para que esta madre y su hija puedan disfrutar como lo hicimos David y yo estos maravillosos años.

La Serena está viva, no su motor, ¡pero sí su espíritu! y su portón trasero y seguro que más partes que estarán repartidas por el mundo dando vida a otras Serenas.

Qué generosa, Serena, estoy orgullosa de ti. Nada desaparece, todo se reinventa.